Nos queremos unir al llamamiento del Papa Francisco para rezar por la PAZ, especialmente ante la guerra que se está desarrollando en territorio ucraniano desde los ataques iniciados por Rusia, el pasado el 24 de febrero.

Queremos sentirnos cerca y acompañar en el sufrimiento a todas las víctimas de la guerra, sentir que todos somos hermanos e implorar a Dios que cese toda esta barbarie.

Tenemos que decir a los dirigentes responsables que miren a las personas, a su pueblo, que no antepongan su afán de poder al sufrimiento de la gente.

Pensemos en los ancianos que buscan refugio, en las madres que huyen con sus hijos, en los hombres que no quieren abandonar sus tierras y pertenencias.

Demos fuerza para que se construyan los necesarios corredores humanitarios para hacer llegar víveres y medicamentos, para acoger a todos los que huyan de las bombas y la muerte.

«¡Que callen las armas! Dios está con los que hacen la paz, no con los que usan la violencia. Porque quienes aman la paz repudian la guerra como instrumento de agresión contra la libertad de otros pueblos y como medio de solución de las controversias internacionales» (Papa Francisco)