Ayer cientos de niños de todos los niveles educativos, recibieron la ceniza. Fue un día emotivo en el que recordamos que nos tenemos que convertir, y eso significa que debemos descargarnos la mejor versión de nosotros mismos, para conseguir que este mundo y esta historia sean de otra manera. Gracias a todos los que hacéis posible que nos ilusionemos con el regalo de la cuaresma.