Durante la mañana de hoy hemos tenido la celebración penitencial con los niños que se preparan para recibir la primera comunión. Ha sido un momento muy emotivo, donde hemos escuchado que Dios perdona siempre y que su misericordia está por encima de cualquier historia que nos podamos pensar o imaginar. Hemos estado muy contentos, y como nos ha dicho Francisco, es un gran regalo del cielo poder sentir pecadores y participar del perdón. Gracias a todos los sacerdotes que han participado en nuestra celebración, sin duda, son una mediación de Dios.