Ayer lunes, tuvimos en la capilla del colegio una eucaristía en memoria de todas las personas de nuestra comunidad educativa, que nos han precedido en su llamada a la casa del Padre. Fue una celebración entrañable, en la que tuvimos ocasión de celebrar el amor y la memoria de quienes ya están disfrutando en las moradas de nuestro Padre Dios. Carlos el sacerdote, nos recordó que la muerte es algo consustancial a nuestra vida y que no podemos vivir sin ella, sin embargo, en Cristo la vida se abre en toda su plenitud a través de la resurrección. Gracias a todos por compartir un rato de oración tan intenso.