El pasado miércoles, día 27 de octubre, nuestro colegio tuvo el privilegio de acoger la llamada Cruz Peregrina, también conocida como Cruz de los Jóvenes o la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El encuentro fue sencillo pero emotivo.

En la reflexión de la mañana recordamos su origen, allá por 1984 por iniciativa del papa Juan Pablo II que la entregó a los jóvenes con un mensaje claro “Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención» (Roma, 22 de abril de 1984). Desde entonces no ha parado de viajar y anunciar, por los cinco continentes, las distintas jornadas mundiales de la juventud que los papas han convocado desde entonces. En España se han celebrado en Santiago de Compostela en 1989 y en Madrid en el 2011.

Debido a sus grandes dimensiones, 3,80m de altura, la instalamos en el polideportivo, y hasta allí fueron desfilando todos los alumnos para hacer su pequeña ofrenda: corazones y flores aportados por infantil y primaria, o para expresar algún propósito, gratitud o alabanza como hicieron otras etapas: ESO y ESNO.

Sin duda, los más pequeños, fueron los que más se hicieron notar con sus canciones y coloridas ofrendas: ramilletes de flores hechos a mano y corazones a raudales.

En cursos más avanzados, en la ESO, tuvieron un momento para reflexionar sobre el significado personal de la Cruz: sus cargas cotidianas, sus problemas, sus momentos de dolor, desánimo o soledad. También tuvieron la oportunidad de expresar su deseo y propósito de hacer la carga más ligera, viviendo como Jesús les enseñó, con amor y servicio por los demás, luchando por la justicia, la verdad, la honradez, siendo entusiastas y manifestando su fe con alegría. En definitiva construyendo el Reino de Dios.

Así lo expresaba el papa Francisco: ¡Levántate, hay una misión que te espera!

¡Levántate, hay una misión que te espera! También tú puedes ser testigo de las obras que Jesús ha comenzado a realizar en ti. Por eso, en nombre de Cristo, te digo:

  • Levántate y testimonia tu experiencia de ciego que ha encontrado la luz, que ha visto el bien y la belleza de Dios en sí mismo, en los otros y en la comunión de la Iglesia que vence toda soledad.
  • Levántate y testimonia el amor y el respeto que es posible instaurar en las relaciones humanas, en la vida familiar, en el diálogo entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos.
  • Levántate y defiende la justicia social, la verdad, la honradez y los derechos humanos; a los perseguidos, a los pobres y los vulnerables, a los que no tienen voz en la sociedad y a los inmigrantes.
  • Levántate y testimonia la nueva mirada que te hace ver la creación con ojos maravillados, que te hace reconocer la tierra como nuestra casa común y que te da el valor de defender la ecología integral.
  • Levántate y testimonia que las existencias fracasadas pueden ser reconstruidas, que las personas que ya han muerto en el espíritu pueden resurgir, que las personas esclavas pueden volverse libres, que los corazones oprimidos por la tristeza pueden volver a encontrar la esperanza.
  • ¡Levántate y testimonia con alegría que Cristo vive! Difunde su mensaje de amor y salvación entre tus coetáneos, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en el mundo digital, en todas partes.

El acto tuvo su gran colofón con la presencia de nuestro vicario Don Ángel, que compartió con nosotros su satisfacción de ver a la Cruz Peregrina y a tantos niños y jóvenes comprometidos por seguir el camino de Jesús.

Sin duda, una vez más, la Cruz congregó a un buen puñado de jóvenes y niños en una fraternal jornada, que todos vivimos con entusiasmo y alegría. Su fuerza de convocatoria queda patente, premonición del éxito asegurado que tendrá la próxima Jornada Mundial de los Jóvenes que se celebrará en Lisboa para el 2023,y a la que todos estamos invitados.