Ayer lunes, tuvimos la eucaristía en recuerdo de todos aquellos miembros de nuestra comunidad educativa que han partido hacia la casa del Padre. Fue un momento bonito, emotivo y de oración profunda, dando gracias a Dios por tanta vida regalada y por el amor que perdura en el corazón y que no se apaga nunca. Gracias a todos los que han contribuido a que esta celebración se lleve a término. En estos días seguimos rezando y orando por todos nuestros difuntos.