Para. Respira. Atento. Toma conciencia. Aquí y ahora.
Estamos seguros que muchos habéis escuchado la palabra mindfulness. Se habla mucho de detenernos, parar a pensar, buscar silencios, encontrarnos con nosotros mismos, etc. Sobre todo, se habla de los múltiples beneficios que tienen estas acciones para nuestro bienestar físico y emocional. Pero… nos quedamos con esa información y, aunque nos parezca maravillosa, no hacemos nada más.
Nosotros hemos dado un paso más y hemos decidido no quedarnos sólo con lo que sabemos. Queremos comprobar en nuestras aulas, con nuestros alumnos, todo lo bueno que nos pueden aportar estas técnicas en nuestro día a día.
En los centros La Salle tenemos el privilegio de contar con el programa HARA para trabajar la interioridad. Esto nos ha ayudado a conocer directamente y con nuestros propios alumnos el interés y las ganas que muestran los días que realizamos las sesiones. Además, nos ha ayudado a comprender un poco mejor el mundo de la relajación y el mindfulness ya que, se pone en práctica en algunas sesiones.
Todo esto nos ha llevado a reflexionar sobre la necesidad y la importancia de incorporar estas técnicas a diario por sus enormes beneficios. De esta forma también estamos haciendo que nuestro centro siga una línea en la que sea reconocido por trabajar la interioridad desde los primeros años y que se extienda a lo largo de la vida escolar de nuestros alumnos.
Algunos de los beneficios que aporta practicar mindfulness de forma habitual con nuestros alumnos son:
- Favorece la “disposición para aprender”.
- Fomenta el rendimiento académico.
- Refuerza la atención y la concentración.
- Fomenta la auto-reflexión y el auto-sosiego.
- Mejora la participación en el aula favoreciendo el control de los impulsos.
- Aporta herramientas para reducir el estrés.
- Mejora el aprendizaje social y emocional.
- Fomenta las conductas pro-sociales y las relaciones personales sanas.
- Apoya el bienestar holístico.
Una vez que investigamos sobre el tema decidimos dedicar 5 minutos diarios después del patio a realizar ejercicios de relajación y concentración con nuestros alumnos. Consideramos el momento después del patio ya que todos coincidimos que entraban a clase muy acelerados y era necesario bajar ese nivel de actividad para sacar el máximo partido de las tareas que realizamos posteriormente.
Lo que pretendemos con todo esto es que nuestros niños y niñas sean conscientes de la importancia de la atención plena y de vivir el momento presente. De esta forma les estamos dotando de unas herramientas para que adquieran un hábito que les ayude a llevar una vida tranquila y, a medida que vayan creciendo, con menos preocupaciones sobre su pasado y menos ansiedad sobre su futuro.
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