Estimadas familias:

En nuestra familia La Salle estamos celebrando el Tricentenario de la muerte de nuestro fundador San Juan Bautista De La Salle, una fecha que recordamos con alegría y que se ha convertido en el centro de distintos actos y actividades que estamos realizando en nuestro colegio y que tendrán lugar durante todo este año. Sin dua, es una oportunidad excepcional para que rindamos un homenaje a su persona y recordemos el valioso regalo que nos dejó en forma de comunidad; su estilo de educación; sus valores con los que saborear la vida y la entrega solidaria a los que más lo necesitan.

Es cierto que tenemos una memoria agradecida por tanto don entregado a la vida y al Reino, pero más cierto es que es un momento no para mirar hacia atrás, sino para renovar el sueño y el compromiso con el Reino de los cielos, materializado en la educación en todas sus formas, especialmente en los más desfavorecidos. Este sueño de un mundo mejor que queremos renovar se debe traducir en un aumento de nuestra creatividad y audacia, para dar respuestas a los anelos de los niños y jóvenes de hoy.
Hermanos de las Escuelas Cristianas ha aportado mucho en estos 300 años, pero no es momento para pararse, sino para luchar, para construir, para seguir sumando porque miles de niños y jóvenes siguen esperando un sentido a su vida, una palabra de aliento o compañeros de camino para superar su situación de vulnerabilidad.

Juan Bautista, no dudes que hoy bailamos contigo por tanto regalo, pero no te quepa la duda, que bajo el paraguas de nuestra fe y nuestra iglesia seguimos orando pidiendo inspiración al Dios de la vida porque pensamos y estamos convencidos que tu mensaje, hoy más que nunca, sigue con pleno vigor.

Ayúdanos a construir, a sumar,  a multiplicar, a mejorar… porque el Reino de Dios y su Justicia están cerca de nosotros. Gracias por darnos este legado.